Ni sí ni no sino todo lo contrario es lo que decía Puigdemont a Rajoy el pasado lunes y algo parecido es lo que le va a volver a decir mañana. “diálogo, Mariano, diálogo pero de igual a igual, de Estat a Estat” y lo más curiosos del caso es que el pretencioso Puigdemont se lo cree él mismo, se ve coronado de laurel desfilando por las Ramblas entre aclamaciones de sus siervos y pétalos de rosa por doquier.
Una de las cosas positivas que está produciendo el órdago catalán es el hacer despertar a la Justicia y sobre todo el T.C., claro que no quedaba otra salida ante el reto planteado por los secesionistas. Rapidez y unanimidad es la nueva marca del T.C. , que se ha convertido en un muro con el que chocan continuamente Forcadell y Cía. Es curioso no obstante ver, si echamos la vista no muy atrás, como la Justicia actúa con diligencia y celeridad cuando se trata de encausar al PP y la laxitud con que funciona cuando al bajar Despeñaperros aparece la cueva de Alí Babá o cuando al cruzar el Ebro comienza a oler a 3%. Esto de la Justicia en España da en qué pensar, sobre todo desde que Alfonso Guerra dijera aquello de “Montesquieu ha muerto”. La independencia judicial está en entredicho. Hoy estamos contentos –no todos- con la actuación de la Justicia en el desvarío catalán, tanto por lo que la Justicia hace como por lo que el Gobierno deja de hacer, pero una vez puesto punto y final al affaire secesionista y prestos a remover todo aquello que no funciona en el “Estado de 1978” ¿conseguirá el poder judicial volver a ser independiente respecto a los otros dos , legislativo y ejecutivo y mantenerse a distancia del cuarto poder, el mediático? El Estado debe volver a centralizar las competencias en Justicia, eliminar los altos tribunales autonómicos y evitar la intromisión en la acción judicial de los reyes de las taifas que dividen España.
Otra de las cosas positivas de este golpe de estado es que nos descubre la verdadera identidad, actitudes y maniobras de la extrema izquierda española de Iglesias, Garzón, Colau y el tarado de la Pampa, sobre todo la de Pablo Iglesias, ese que con dinero de Irán pretende importar la revolución bolivariana de Venezuela, acabar con el “Estado de 1978” y hacer bueno a Joseph Stalin. Lo mejor de Iglesias es que cuanto más hace más yerra y la transparencia de sus intenciones sirve de antídoto para contrarrestar su odio, ese odio envenenado en el que él mismo se ahoga. Yo espero y Dios lo quiera que los colectivos de cabreados, desilusionados y puteados por la crisis hayan mejorado su situación y olvidado las causas por las que acamparon en las plazas y siguieron a un visionario, un predicador que ha convertido a la izquierda radical en una secta en la que él es el todopoderoso. Por eso espero también que sus cinco millones de votantes se den cuenta de lo que da de sí y lo coloquen en el lugar que le corresponde que no es otro que lo que obtuvo Anguita en sus años gloriosos o poco más.
Jordi González y Jordi Cuixart están en la trena. La imagen viral de ambos, subidos en los vehículos de la Guardia Civil y la otra de verlos dentro del furgón de la Benemérita, confiere verdad al dicho de que fueron a por lana y salieron trasquilados. No serán los únicos seguramente, Puigdemont, Junqueras, Forcadell y Trapero, con todo su séquito de enemigos del desodorante, deben conocer cómo es un furgón policial por dentro y cuán pequeño es el mundo visto desde una ventana enrejada . Es fácil entender que Trapero no haya presentado la dimisión aún después de que la Justicia le haya retirado el pasaporte y le obligue a presentarse cada quince días en el juzgado. Es fácil porque dentro de su acojonamiento él se siente un héroe o se lo hacen sentir. Lo que no es tan fácil de comprender es como la Juez Lamela no le haya inhabilitado provisionalmente para el cargo so pena de que esté esperando el resultado de la investigación de la G. Civil sobre su actuación el día 1 de Octubre y entonces la inhabilitación se convierta en prisión preventiva.
Mañana es el día clave. Otro “ni sí ni no sino todo lo contrario” de Puigdemont que haga de una vez poner los atributos sobre la mesa al Presidente Rajoy y de paso poner en su sitio a toda esta patulea, que como dicen por mi tierra “no valen entre todos lo que costó bautizarlos”. Y recordad, ahora que hasta “La Bruixa d’Or” se viene huyendo de la quema, aumenta la posibilidad de que el 155 sea premiado con el Gordo de Navidad.