Duro trabajo de reconstrucción se ha de plantear el próximo gobierno de España, si como parece inevitable; es el sector tecnológico quien ha de proyectar nuestro país hacia el futuro.
España empezó el siglo XXI como potencia tecnológica mundial en radiofrecuencia; nuestros fabricantes vendían antenas y cabeceras de tratamiento de señal en China, por citar algún mercado y Francia, era uno de nuestros principales clientes, por establecer nuestra negativa evolución con una comparación.
Francia creó en 2008 departamento ministerial para la economía digital y hoy forma yá parte del súper Ministerio que mueve la economía Gala; es el denominado Ministerio de Economía de la industria y del Digital; responsable de la integración de las nuevas tecnologías en la sociedad francesa y el que desde el año 2013 con la cobertura del dividendo digital lleva a cabo un vasto plan de educación, consejo e implementación del digital en empresas y hogares con oficinas y expertos en todos los municipios de Francia.
Consumer Electronics Show; CES 2016 (Primer salón mundial de la electrónica celebrado todos los años en las Vegas) Encabezadas por su ministro de economía el Sr. Macron; el certamen ha recibido 190 empresas expositoras Francesas, además de otras 128 seleccionadas como entre las Startups más innovadoras incluidas en el área especializada, Eureka Park, del mismo evento.
España presenta oficialmente solo una empresa con stand propio y ninguna seleccionada para el Eureka Park.
Justo resultado a nuestros merecimientos. En España, los profesionales del sector, necesarios para integrar las nuevas tecnologías en nuestra sociedad; no han dejado de sufrir varapalos provocados por la administración:
Torpe y negligente el apagón de la señal analógica que realizó el anterior ejecutivo socialista en Marzo del 2010; de una sola vez, de forma que los fabricantes, distribuidores e instaladores de antenas se vieron desbordados y se provocó intrusismo, desatención y abusos por saturación de la demanda. En Francia, el estado reunió a los profesionales de la antena y convinieron un calendario de apagado por departamentos en periodos de seis meses de forma que el apagón se desarrollo durante más de tres años garantizándose la buena atención al usuario y sobre todo se dio opción a previsiones de fabricación y de acopio para la distribución e instalación, es por lo que significó sustento para el sector.
La negligencia llegó con la pretendida imposición de soporte en los receptores de TDT a la plataforma multimedia MHP desde la que Industria quería conectarnos a instituciones y empresas con servicios interactivos sin caer en la cuenta de que el hardware que se estaba comercializando, no podía mover con fluidez los pretendidos servicios.
El colmo de los despropósitos llegó con el estival real decreto en el que Zapatero dio cobertura a la televisión de pago terrestre de Rouro y Mediapro; aún cuando el resto de Europa abandonaba las frecuencias de UHF en dicha modalidad.
El mazazo fueron las previsiones de mercado que se proyectaron desde las instituciones para la TDT de pago, que por erróneas, supusieron graves pérdidas para el sector, obligado a hacer grandes inversiones en producto. En Francia toda la televisión de pago pasó al satélite y los profesionales dispusieron de tiempo y generaron recursos para equiparse con buenos instrumentos de medida y formación para su evolución al digital y correcta atención profesional al ciudadano.
Tras el apagón y para enmendar la plana, sensatamente el gobierno español asumió la hoja de ruta y directivas europeas en la liberación del dividendo digital. Con el objeto de establecer una agenda para que el sector pudiera hacer sus previsiones de producto , se promulgó la ley de economía sostenible, donde se establecía el primero de 2012 para emprender con la liberación y adaptación al dividendo. Un presupuesto se aprobó en consejo de ministros de 800M€ para la nueva reantenización, de los que 600M€ se entregarían en ayudas a las comunidades de vecinos para pagar a los instaladores su trabajo y el material que estos comprarían a los distribuidores especializados; consiguiendo de esta forma, mantener vivo el sector. El presupuesto emanaba de las licencias de explotación vendidas a los operadores, los que desembolsaron más de 2000M€ por las concesiones públicas, pero los 800M€ no han aparecido.
Facinerosa, la acción del ejecutivo del PP el que tras llegar al gobierno incumplió la ley de economía sostenible, los importantes compromisos internacionales y las directivas europeas. Retrasó repetidamente y por cortos periodos las previstas actuaciones técnicas hasta el 31 de Marzo del 2015, imponiendo de esta forma un bloqueo de casi cuatro años en el mercado a un sector que había dispuesto de todos sus medios y realizado las necesarias inversiones para afrontar la adaptación a últimos del año 2011. A esta estafa del ministerio de industria, hemos de sumarle el irresponsable ejercicio de funciones del Ministerio de Hacienda, que lejos de regular ayudas y armonizar impuestos para la supervivencia del sector de las telecomunicaciones, de competencia exclusiva del gobierno; se ha dedicado a reclamar impuestos sobredimensionados a los autónomos y pequeñas empresas especializadas hasta su expolio, dejando con ello a las grandes operadoras de telefonía, radio y televisión especular a sus anchas con la mano de obra.
A juicio de todos los indicios, el retraso se ha prolongado hasta que Telefónica S.A. Ha tenido a bien desarrollar su tendido de fibra óptica en el primer semestre de 2015. Y la realidad es que con la adaptación al dividendo “mal hecha” por el excesivo corto periodo de tiempo que ha permitido nuestro ejecutivo, ya que la Secretaría de Estado de Telecomunicaciones dependiente del Ministerio de Industria, solo publicó los nuevos canales de frecuencia a los que migrar los canales de televisión que ocupaban el dividendo, dos meses antes de la fecha límite del 1 de Enero de 2015 cuando en el resto de Europa han dispuesto de mas de 2 años como promedio.
Lo normal a continuación; si los operadores de telefonía quieren dar a los ciudadanos las ventajas de un servicio de telefonía de cuarta generación 4G,en la banda de 800Mhz, en calidad y cantidad; es, que se produzcan interferencias en los canales adyacentes de TV y cuando llamemos al antenista; si lo hacemos desde nuestra vivienda individual , apartada de la adaptación por nuestro secretario de estado de telecomunicaciones por el motivo de que no le hacía falta, lo que representa la supina ignorancia o burda mentira de nuestro ejecutivo; el antenista tendrá una agenda mas que repleta y como no nos viene a bien esperar; contrataremos de inmediato la oferta del operador de telefonía que ya nos ofrece un montón de canales de TV, Internet y telefonía por una módica mensualidad. Este hecho, provoca una ventaja competitiva, ilícita por desleal con el resto del gremio y tecnologías como el satélite y la antena terrestre. Bueno es conocer que detrás de estas acciones no solo están las mensualidades de los abonados al paquete de la operadora sino que el gran pelotazo, es el Big Data para el que Telefónica ya ha preparado el mayor centro de gestión y almacenamiento de datos de Europa, lo que viene dado por el modem que la operadora instalará en casa de sus abonados y que recogerá datos de nuestra intimidad, hábitos, costumbres y afinidades suficientes para que cualquier macro compañía haga de nosotros unos peleles configurando nuestro consumo e ideología.
La puntilla, o más bien burla al sector de la antena por parte del Ministerio de Industria; supongo que para constatar que el mencionado está bien muerto; llega con la contratación de una sola empresa para resolver las interferencias que se produzcan a nivel nacional y que con la preceptiva escalada de subcontrataciones, llegan al instalador de telecomunicaciones “20€” para ir a resolver una interferencia a una comunidad , bajo un contrato que le imputa los múltiples riesgos de la instalación y que a duras penas paga el filtro, la gasolina y la zona azul.
En Francia un ciudadano afectado llama a un centro de atención específico y un Sr/Sra. Constata el riesgo de interferencia 4G con su dirección, y le da la opción de enviarle a un instalador de su zona o bien al que le atiende habitualmente. Si el problema se resuelve filtrando la señal, girando la antena o reubicando el mástil, el instalador cobra del ente 150€ sin intermediarios. Si la solución es pasar su recepción a vía satélite (opción condenada ilícitamente en España por incumplir la ley de neutralidad tecnológica) el instalador percibirá 250€. Actualmente el sector de la antena en Francia lleva meses preparando el apagón de la definición estándar para dejar todo en HD el próximo mes de Marzo, de forma que el profesional de la electrónica y las telecomunicaciones seguirá trabajando.
Un recorrido lleno de perversiones que han representado la devastación del sector de la antena, unos profesionales imprescindibles para reencarrilar el futuro de nuestro desarrollo digital y economía; además la negligencia de nuestra administración, ha generado el paro juvenil que asola la sociedad española; porque las nuevas tecnologías a las que el dividendo digital da cobertura, bloqueadas por obra y gracia del Ministerio de Industria, son por afinidad y formación, la principal puerta de entrada de nuestra juventud a su primer empleo.
Una actuación, la de nuestro Ministerio de Industria cuya impunidad quiebra los cimientos de nuestros estamentos político y judicial a los que sea por su injustificable ignorancia o prevaricación, habrá que purgar para bien de nuestro futuro como país desarrollado.