La consulta de Pedro Sánchez a sus militantes es una estafa al electorado y una tomadura de pelo al Comité Federal y a los 90 Diputados y 47 Senadores electos. El PSOE recogió el 20 de Diciembre el voto de cinco millones y medio de españoles y esos cinco millones y medio votaron una opción de gobierno que en nada se parece a una deriva del PSOE hacia la extrema izquierda y los independentistas. Los que votaros estas opciones ya lo hicieron a Podemos, IU y los diferentes grupo independentistas, por el contrario los que votaron al PSOE lo hicieron a un Partido centrado, socialdemócrata y dialogante. Uno de los problemas de Pedro Sánchez -que tiene varios- es que no ha entendido el sentido del voto recibido ni ha valorado la derrama de votos perdida en el camino. Ha cosechado el peor resultado de la historia del PSOE y lo que es más vergonzante para él, ha sido reducido a la cuarta posición en Madrid, circunscripción a la que él concurría y aún así va por la calle sacando pecho y mirando por encima del hombro.
Sus problemas internos, que le han obligado a esta huída hacia delante, vienen siendo arrastrados desde las Municipales y aquellos que le encumbraron ahora le detestan. Las limitaciones que el Comité Federal está intentando ponerle le ha hecho ir más allá y ahora pretender consultar a un puñado de militantes y hacer valer su opinión más que de aquellos que fueron elegidos por millones de españoles. Pedro Sánchez pretende que los 187.000 afiliados del PSOE tengan más voz que la de cinco millones y medio de votantes que han elegido a 90 Diputados y 47 Senadores y más que la de los barones regionales, elegidos con otros tres millones de votos. Pedro Sánchez pretende secuestra el voto recibido de los españoles y luchar por defender exclusivamente su situación personal, difícil ante la guerra que se avecina en su Partido.
Esta mañana al salir de Zarzuela viene a decirnos que está dispuesto a intentar formar Gobierno negociando con todos, a derecha y a izquierda, es decir, pretende hablar y negociar también con el PP haciendo un ejercicio insuperable de cinismo por cuanto él se ha negado en retundo no a negociar sino a hablar con el PP, dando muestras de un sectarismo exacerbado como el que supone obviar a siete millones y medio de españoles que votaron una opción que tiene muchas más coincidencias que diferencias con la suya, porque el electorado tiene claro que la derecha liberal y la socialdemocracia defienden un mismo modelo de economía y de vida y lo que los separa es tan solo la forma en que cada formación pretender llegar a conseguir ese objetivo común.
Bueno, pues parece que ya tenemos la estufa de donde saldrá la fumata negra o blanca. Acabo de oír la intervención del Presidente del Congreso por la que el Rey ha propuesto a Pedro Sánchez junto a los antiespañoles y separatistas para formar gobierno. Pues venga Pedro Sánchez a buscar la forma de traicionar a España aliándote con sus enemigos. Ah y que no se olvide que el Rey ha elegido meter a enemigo en casa. A Sánchez posiblemente le vaya mal su investidura, Dios lo quiera. Si fracasa, como así espero, el Rey seguramente encargará formar Gobierno a Rajoy. Posiblemente la maniobra del Rey esté en aguardar el fracaso de Sánchez para obligarle a negociar un gobierno de Rajoy. Si los podemitas se hacen con el poder el cante de Zarzuela habrá sido de los que hacen historia. Veremos cómo le va al Rey después de esto.