Según todos los estudios electorales que se están realizando y publicando estos días, todos marcan que la abstención será la gran protagonista de la jornada electoral del 26 de Junio.
El diario “El País” publicaba en su edición dominical de ayer una encuesta de Metroscopia en la que se vislumbra claramente que solamente ejercerán su derecho el 70% de los votantes, lo que representa un 3,2 % menos que en diciembre de 2015. Esto es a fecha de hoy, si esto continuase así hasta el 26 de Junio tendría como consecuencia que el Partido Popular revalidaría su primera fuerza electoral y en consecuencia ganaría las elecciones.
También para que esto sea una realidad, tenemos que estudiar la variable de una posible coalición electoral entre Podemos e Izquierda Unida, que de llegar a buen puerto, podría modificar todos los parámetros y cambiar los resultados, ya que esta hipotética coalición podría alzarse con la segunda posición, desbancando al Psoe y haciendo que el partido de Pedro Sánchez cayese a un lugar nunca visto en nuestra democracia, esto podría tener consecuencias catastróficas para el partido socialista. Y no solamente me refiero a que unos resultados así traerían una dimisión en la noche electoral del Pedro Sánchez, sino que podría meter al Psoe en una grave crisis institucional de difícil salida, algo así comparado con un gran equipo de primera división cuando baja de categoría y cae en el pozo de la segunda división, de ahí o se regenera, cambia sus dirigentes y cuadros rápidamente o no sale nunca del pozo.
Si buscamos las causas de todo lo que está pasando, tenemos que estudiar en primer lugar el trabajo y las actitudes de los partidos en estos cuatro meses desde las elecciones del 20 de Diciembre de 2015.
En primer lugar, al Partido Popular se lo han hecho todo, sin mover un solo dedo ha visto cómo sus adversarios se han enzarzado en una disputa sin cuartel, que no se han puesto de acuerdo y que cuando llegaron a la sesión de investidura de Pedro Sánchez, se enfrentaron entre ellos, con descalificaciones tan gruesas como la referencia a la cal de Felipe González. Rajoy desde su escaño, como el mozo de espadas en el burladero, estuvo atento a la faena, viendo como los toros cogían a sus adversarios y como el respetable desde las gradas les pitaba.
Lo de Pedro Sánchez, de verdad que no lo entiendo, esa forma de negociar, esa prepotencia, ese no saber dónde está y esas ruedas de prensa de su portavoz Antonio Hernando es puro ejemplo de manual de lo que no se debe de hacer en política. Hernando ha descolocado a los votantes del Psoe cada vez que hablaba, una veces contando el cuento de la lechera y otras veces atacando cuando no tenía porque atacar a los que teóricamente tenían que ser sus aliados, de verdad que nunca entenderé este hombre.
Y si faltase algo en los socialistas, la sinrazón de Pedro Sánchez, con mantener las listas electorales con los mismos nombres en todas las circunscripciones. Estas elecciones, queramos o no, son una segunda vuelta encubierta y hay que mover banquillo. El Psoe ha visto donde ha fallado, donde las listas no han conectado con los votantes y hay que cambiar, pero cabezotamente se empeñan en mantener a los mismos en los mismos puestos, creo que es un verdadero disparate que les pasará factura. Y como broche final hablemos de la persecución hacia uno de los políticos mejor preparados que tiene el Psoe como es Eduardo Madina, el resentimiento de Pedro Sánchez le ciega y estoy seguro que prescindirá de una persona que le podría hacer un excelente papel en el nuevo Congreso.
Sánchez, no perdona a Madina que sea un hombre de Susana Díaz, la presidenta que está llamada después del 26 de Junio a llevar las riendas del nuevo Psoe y pivotar su regeneración tanto de nombres como de formas.
Podemos e Izquierda Unida, tienen ante sí una oportunidad históricas de hacer una lista de confluencia de la izquierda y luchar contra la injusta ley electoral que en el caso de izquierda unida les machaca sistemáticamente elección tras elección. Para que esto fructifique su líder Pablo Iglesias, debería de abandonar su orgullo y arrogancia, bajar a la arena y no creerse el dios todo poderoso, que es lo que ha estado haciendo hasta la fecha, mucha culpa de no llegarse a un acuerdo con los socialistas la tuvo el mismo.
Y finalmente, los nacionalistas harán lo mismo que hasta ahora, les beneficiará la ley electoral, sacarán más diputados que los que con la lógica les corresponde y esperarán que puedan ser determinantes en algún momento.
Elecciones a la vista, y me da la sensación que más de lo mismo, el paro subiendo y el despegue económico tan deseado sin llegar. Nos meteremos en Septiembre sin gobierno, y eso que se pongan de acuerdo, si no es así, nos vemos con otras elecciones en las próximas navidades y eso sí sería terrorífico. Veremos los próximos meses.