Esta noche termina la campaña electoral, la más corta y la más larga al mismo tiempo de cuántas hemos conocido. Mañana es la absurda jornada de reflexión en la que legalmente está prohibido cualquier acto o difusión de propaganda electoral y menos la publicación de encuestas, que hace ya cinco días están prohibidas. Hoy, en pleno siglo XXI y con las redes echando humo con mil motivos que influyen en la decisión del votante, lo de la jornada de reflexión es algo obsoleto.
Sin embargo, si lo tomamos como un descanso del ciudadano, incluidos aquellos de voto fijo que pudieran cambiar el sentido de su voto o quedarse en casa, ante el bombardeo de mensajes, videos y noticias que le permitan hacer un análisis tranquilo de la actitud y las ofertas y programas de unos y otros, puede ser interesante dedicar un tiempo a madurar la decisión, sobre todo cuando las circunstancias no permiten prever un resultado, cuando menos práctico, que permita la gobernabilidad.
Viene esto a cuento de que en esta ocasión un voto irreflexivo, pensado más con el corazón que con la cabeza puede llevar a resultados de los que después induzcan al arrepentimiento. La oferta de Pablo Casado de “España Suma” con la que pretendía unificar el voto del centro derecha fue inmediatamente rechazada por Albert Rivera, desventurado Quijote que un día confundió un molino con la sede de Génova y de ello salió maltrecho, así como por Santiago Abascal, que pasó en horas veinticuatro de las musas a los platós televisivos gracias al doble favor intencionado de Pedro Sánchez que le puso a Franco en bandeja para menguar a Casado y con su pasividad en Cataluña le dio alas para crecerse en el españolismo, también en detrimento del PP.
Quizás el único acierto del brujo Redondo haya sido fomentar el ascenso de VOX en los paniaguados medios de comunicación que rinden pleitesía al PSOE . Antes lo hicieron con Albert Rivera y es curioso que en aquel entonces les sirvió la estrategia y ahora es posible que de nuevo les sirva. La diferencia estriba en que los óptimos resultados obtenidos por Ciudadanos en Abril hubieran permitido un gobierno de coalición estable, que hubiera controlado la economía y el independentismo sin dar lugar a este desmadre, pero la soberbia y la avaricia son dos pecados capitales que junto a la simpleza e inmadurez conforman la personalidad de Rivera y por desgracia para todos pasó el tren y no subió, a pesar de ser el único. Ahora se está intentando disminuir las posibilidades del PP exaltando en todos los medios la figura de Abascal, pero en esta ocasión si éste obtuviera los resultados que entonces tuvo Rivera no servirán para nada porque el PSOE puede ir de la mano de la extrema izquierda y los independentistas pero nunca de la de Abascal y su tropa.
Vuelvo a la jornada de reflexión y voy a pedir a mucha gente, bienintencionada pero mal aconsejada o ignorante que votar al que más grita, al más guapo o al más macho o al que mejor habla, puede llevarnos de nuevo a un callejón sin salida donde Sánchez solo podrá formar gobierno con podemitas e independentistas y Casado no podrá hacerlo por la sangría de votos perdidos inútilmente para VOX. Hay más de una docena de provincias en las que es imposible que VOX obtenga un diputado, pero Abascal en estas circunscripciones es como el perro del hortelano, ni come ni deja comer .
En Albacete en concreto, Abascal ha venido a reírse de los albaceteños. Descaradamente. Según parece no había en Albacete nadie suficientemente patriota y comprometido con la causa que mereciera encabezar la lista al Congreso. Abascal les ha impuesto a un aventurero de “supervivientes” que pretende asegurarse un sabroso sueldo engañando a un pueblo al que no conoce ni nada le une a él. Demagogia y vagas e inútiles promesas, eso es todo su bagaje.
Pero para colmo de males, deben andar en VOX escasos de personal “decente” para llenar sus listas y han colocado a continuación de Lomana a un presunto defraudador de la Hacienda Pública para el que la Fiscalía pide nada menos que veinticuatro años de cárcel. Si este es el material del que dispone VOX para representarnos, mejor que no hubieran venido, pero ya que la insolencia de sus profetas que pregonan la vuelta a 1939 es tan atrevida, el votante de la derecha debe aprovechar el día de mañana para sentarse “en la silla de pensar” y aclarar dónde debe ir a parar su voto para que sea útil. Un voto a VOX en Albacete y otras cuantas provincias es tres cosas a la vez; un voto perdido para VOX porque no obtendría ningún diputado; un voto sustraído al PP, único Partido con posibilidades de formar gobierno y por último, un regalo al PSOE que aprovechará junto a los independentistas la triste división de la derecha, en parte nostálgica, enardecida e ignorante. Si parte de la derecha de Albacete prefiere ser representada en el Congreso por un vividor como Lomana, despreciando a un albaceteño de corazón como Manuel Serrano, que Dios y las próximas elecciones se lo tengan en cuenta.
Mañana vamos a reflexionar todos, los de izquierdas deben pensar que si gobiernan, su compañero de viaje es el independentismo irredento. Los de derechas deben caer en la cuenta de que si ahora no echan a Sánchez de Moncloa concentrando su voto en torno al PP, tendrán asegurada la crisis económica y la crisis del Estado, a mano de quien no cree en la Nación Española y de quienes quieren destruirla. Luego no valdrán los lamentos.