Tras la propagación global del SARS-CoV-2, el mundo se sumergió en una espiral caótica que acabó con millones de vidas, llevándose a su paso cualquier signo de mejoría en el resto de áreas que conforman a la vida en sociedad. Para nadie es un secreto que las consecuencias de la pandemia alteraron el rumbo de la humanidad y la manera en la que vivimos, dejando a España como una de las naciones más afectadas. En vísperas del 2023 seguimos intentando digerir lo que la pandemia supuso, el cataclismo económico consecuente dio como resultado una inflación desmesurada que afectó a todas las regiones del país y se llevó empleos y negocios a su paso. Al momento de iniciar la recuperación y dirigirnos a una situación menos amarga, otro conflicto azotó el planeta: la guerra entre Rusia y Ucrania. El enfrentamiento ha traído un sinfín de problemas que condenaron también a una gran parte de Europa, que se abastecía de gas ruso y semillas, maíz y trigo de Ucrania, principalmente.
Nos encontramos en un escenario incómodo, pero las previsiones no son del todo malas de cara al futuro; una recuperación económica es posible y en 2023 se pronostica un crecimiento importante en diversos departamentos. La Organización para la Cooperación y el Desarrollo Económico (OCDE), prevé que España tendrá niveles de crecimiento superiores al promedio de los países de la zona Euro, así como también a muchos de los principales países desarrollados del mundo.
La demanda nacional subirá 1.5 puntos para el año que viene, impulsado principalmente por la recuperación en los hogares españoles y la inversión de los sectores privados.
Las empresas españolas esperan una evolución favorable en sus rubros a pesar del coste elevado de los combustibles y la materia prima. Muchos empresarios esperan que el flujo de exportaciones, importaciones, contratación y ventas se eleve con respecto a los años anteriores, gracias al reordenamiento del comercio entre países y una mayor capacidad financiera en el bolsillo de los consumidores.
La expectativa de contrataciones de las Pymes vislumbran una importante mejoría en la captación de puestos de trabajo, al menos 235.000 nuevos empleos podrían ser posibles para el año 2023 y es conveniente pensar que si ello se concreta, la demanda subiría aún más, reactivando sectores que se vieron sumamente golpeados a raíz de los acontecimientos ya citados con anterioridad.
El consumidor, que probablemente sea el más beneficiado en esta visualización de apertura económica, podrá permitirse emprender, invertir y ahorrar a la par de destinar parte de sus recursos al ocio y el esparcimiento, elementos fundamentales para el bienestar mental y la creatividad. Cosas como pasar un domingo en casa jugando al casino en línea suponen una distracción significativa de nuestra rutina, en caso de interés, es importante tener responsabilidad al jugar y conocer que los sitios en los que nos registremos cuentan con fiabilidad y transparencia, es por eso que los expertos de Time2Play ponen a tu disposición las mejores opciones dentro del mercado español.
El sector del entretenimiento ha sabido sobrellevar la crisis, adaptándose a las necesidades del consumidor, y hemos visto como emprendimientos pequeños han elevado sus ganancias debido a la alta demanda dentro del rubro. El Streaming aumentó un 21% entre 2021 y 2022 y las causas son claras, se postulan como una alternativa rentable a las escapadas al cine y dotan al consumidor de contenido continuo, que pueden disfrutar luego de un día agotador en el trabajo. Además el crecimiento de las nuevas tecnologías digitales serán claves para esta recuperación económica y social que vaticina mejores tiempos y una vuelta al crecimiento sostenido que tanto deseamos para el año próximo.
Solo el tiempo dirá que tan correctas han sido las expectativas, los indicadores están allí para demostrarnos que una buena disposición y una ligera mejoría del clima político internacional, al menos en comparación con hace algunos meses, son buenas señales para los días venideros, queda de la mano de la gestión estatal, regional y mundial, saber qué porcentaje estaremos destinados a conseguir en el margen del crecimiento económico estudiado.